El colágeno es una proteína muy presente en nuestro cuerpo. Se encuentra principalmente en la piel, en los tendones, en los músculos y en los cartílagos de nuestro cuerpo. Pero ocurre que a partir de los treinta años, el cuerpo comienza a reducir lentamente la producción de colágeno y a partir de los cuarenta comienza a notarse este descenso.

• ¿En qué se nota la pérdida de colágeno?

Normalmente, donde primero notamos la pérdida de colágeno es en la piel. La aparición de las primeras líneas de expresión y, a continuación de las arrugas, son una señal de que la piel ya no tiene la elasticidad que tenía antes. Esta elasticidad se la proporciona el colágeno, que hace que la piel sea como una goma que, al gesticular, se estira y vuelve luego a lo suyo sin dejar marca. Pero, con la pérdida del colágeno, es como cuando esa misma goma empieza a ceder y ya no tiene la fuerza que tenía ni recupera exactamente su misma consistencia.

Más adelante, la pérdida de colágeno comienza a sentirse en las articulaciones. Normalmente, es el primer lugar donde se siente la pérdida de esta proteína a nivel físico, ya que los cartílagos que protegen las articulaciones comienzan a volverse más finos. Esto hace que la amortiguación que ejercen sobre la articulación sea menor, lo que se siente principalmente en las rodillas y en los tobillos que cargan con el peso de todo el cuerpo. Poco a poco, se notará también en la espalda, en los músculos y en los tendones siendo más frecuentes las tendinitis.

En el caso de deportistas esta pérdida de colágeno se hace más notoria porque exigen al cuerpo un rendimiento mucho más alto que el de una persona que practique deporte moderado. Un corredor, por ejemplo, exigirá más a sus tobillos y a sus rodillas; alguien que practique remo a su espalda y a sus brazos y así, cada uno, lo irá notando donde más esfuerzo realiza.

Al no tener suficiente colágeno las lesiones pueden ser más frecuentes y tardar más en recuperarse, por eso son muy recomendables los suplementos incluso antes de que se noten los efectos de la pérdida de esta proteína. En muchas ocasiones, cuando se notan los problemas físicos o aparecen las arrugas, ya no es posible dar marcha atrás en el tiempo, solo ralentizar su avance. Por eso, se recomienda que a partir de los treinta y cinco años se comiencen a tomar estos preparados y, de esta forma, la pérdida natural será mucho más lenta.

• ¿Qué beneficios tiene el colágeno?

El colágeno hidrolizado, que es el que se vende en las farmacias y parafarmacias, tiene entre otros los siguientes beneficios:

-Proporciona elasticidad y luminosidad en la piel. De hecho, muchas cremas de belleza aportan colágeno, pero está demostrado que tomarlo por vía oral es mucho más efectivo. También repercute positivamente en uñas y cabello.

-Ayuda a fijar el calcio en los huesos. De poco valdrá tomar suplementos de calcio si no se acompañan de colágeno, ya que esta proteína es fundamental para fijar el calcio en los huesos. Por eso, es tan importante tomar colágeno durante la menopausia.

– Ayuda a ralentizar el envejecimiento de los cartílagos y de los músculos y a su regeneración natural.

• ¿Son todos los colágenos iguales?

El colágeno que nos venden puede tener orígenes muy diferentes: bobino, porcino o procedente de especies marinas. Es importante señalar que no existe el colágeno vegetal ya que las especies vegetales no lo necesitan y por tanto no lo producen. El agar-agar y otros productos similares a los que se ha llamado colágeno vegetal, son en realidad otras cosas diferentes.

El colágeno marino procede de especies animales, no de algas, precisamente por lo que hemos dicho, las algas son vegetales y no lo producen. A veces, la publicidad engañosa induce al cliente a pensar que procede de algas para que lo adquieran los que no desean comprar productos de origen animal. Pero no es, de ningún modo, un producto vegano.

Aunque se ha dicho muchas veces que el colágeno marino es el mejor, la verdad es que no importa tanto la procedencia del colágeno como su calidad y esta está directamente relacionada con la facilidad de asimilación que tenga.

Algunas marcas añaden al colágeno elementos como magnesio o ácido hialurónico que ayudan a potenciar algunos de sus aspectos más positivos. Dependiendo de qué efecto busquemos, podemos comprar colágeno combinado con diferentes elementos.

• ¿Cómo se toma el colágeno?

Normalmente, el colágeno se presenta en polvos que se disuelven en agua o en zumo. A veces no tiene sabor y otras viene con algún sabor añadido para hacer más fácil su consumo. Es importante saber que hay personas que son sensibles al colágeno y sufren molestias estomacales o estreñimiento, por lo que si esto sucede hay que tenerlo en cuenta para acompañarlo de un protector y cambiar la alimentación para favorecer la evacuación.