Mosquitos

Un repelente de mosquitos es algo que todos tenemos que tener a mano durante el verano. Las picaduras de estos insectos pueden ser muy molestas, pero en algunos casos pueden ser un auténtico problema, sobre todo cuando hablamos de personas alérgicas o con piel especialmente sensible, como es el caso de los niños.

El uso de insecticidas convencionales no es lo más adecuado, porque en muchos casos afectan a las personas, que también respiramos sus químicos y, además, son absolutamente ineficaces en exterior. Por eso, la industria farmacéutica se ha esforzado en encontrar un repelente de mosquitos que de verdad funcione y que sea totalmente inocuo para las personas.

Emulsiones, sprays y geles contra los mosquitos

Este tipo de repelente mosquitos consiste en extenderse una cantidad de producto por la piel. Esto, forma una capa protectora que ahuyenta a los mosquitos y también a otros insectos que pueden producir picadura. Tiene a su favor, que es un método muy eficaz y que toda la piel está igualmente protegida.

Para que funcione correctamente, hay que volver a echar el producto cada cierto tiempo, sobre todo si nos bañamos o si se suda mucho, ya que la humedad hará que se vaya desprendiendo de la piel.

Parches y pulseras contra los mosquitos

Los parches y pulseras, son otro tipo de repelente de mosquitos muy eficaz sobre todo en niños.

Los pequeños se mueven mucho, corren y sudan y a menudo se olvidan de reponer el spray o ponen problemas para hacerlo. Sin embargo, un parche o una pulsera se colocan y ya no hay que hacer nada más. El pequeño puede seguir con su ritmo de vida, estando totalmente protegido.

Las pulseras y parches, aunque se colocan en una zona concreta del cuerpo, protegen totalmente al niño. De hecho, es frecuente que a la hora de dormir las pulseras repelentes se coloquen en la mesilla y, aun así, funcionen perfectamente toda la noche.

Químicos o naturales

Existen repelentes realizados con productos químicos y también otros naturales, que utilizan principalmente la citronela para mantener a los insectos alejados de la piel. En el caso de los niños, los métodos naturales suelen ser los favoritos porque con ellos hay menos riesgos de irritaciones en la piel.

Pero sea cual sea el método que se utiliza, todos deben de ser totalmente seguros para las personas, por lo que es muy importante comprar este tipo de productos en farmacias que garanticen que estamos ante un producto que cumple todas las garantías que se exigen en la Unión Europea para este tipo de artículos.